La alimentación y el estilo de vida están estrechamente relacionados con las emociones. Llevar una
alimentación saludable y equilibrada nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Para empezar hay que hacerlo con calma, poco a poco y tratándonos con amabilidad, aprendiendo a NUTRIR nuestro
cuerpo incorporando poco a poco nuevos hábitos.